Sin duda, la información es uno de los principales activos de toda empresa, por ello los grandes corporativos invierten una cantidad considerable de recursos en centros de datos que pueden requerir de un gran espacio para almacenar ordenadores y servidores por la enorme cantidad de datos generados. Pero, ¿qué pasa cuando se presenta un problema con los discos duros o las unidades de almacenamiento?
Si bien la tecnología ha evolucionado para crear unidades de almacenamiento más resistentes a los fallos mecánicos y lógicos, siguen siendo susceptibles a factores como los picos de tensión, errores de apagado de dispositivos, ataque de virus o malware, golpes o caídas, entre otras situaciones que comprometen la seguridad y el acceso de la información.
En el mejor caso, un experto reparará las unidades de forma temporal para extraer la información, pero, probablemente no recuperen el 100% de los datos almacenados, por lo que es importante que las empresas den el salto tecnológico hacia la virtualización: proceso que crea versiones basados en recursos tecnológicos, como hardware y sistemas operativos pero en vez de usar servidores físicos, se opta por servidores virtuales, basados en tecnología cloud o híbridos para seguir usando algunas características de los equipos con los que ya se cuenta.
Los centros de datos virtuales permiten a las empresas realizar una gestión documental más eficiente, con ahorro de costos por adquisición de hardware, mobiliario y máquinas para ejecutar aplicaciones. Además se puede obtener ventajas como:
- Uso de diversos sistemas operativos y aplicaciones en un mismo equipo, de forma independiente.
- Respuesta inmediata ante alta demanda de más espacio de almacenamiento en los servidores, sin tener que adquirir nuevos equipos informáticos.
- Acceso remoto, una de las necesidades de la transformación digital del siglo XXI para permitir el trabajo en casa, el distanciamiento social y mantener la productividad de los colaboradores, sin que se encuentren físicamente en el lugar de trabajo.
- Ahorro, no solo en la compra de equipo informático, sino de mobiliario, electricidad, gastos de mantenimiento y reparación.
- Gestión TI eficiente al centralizar la información en una herramienta virtual, que permite el monitoreo remoto y respuestas más rápidas.
- Automatización de las actualizaciones de aplicaciones y otras tareas de rutina.
- Reducción de los tiempos de inactividad de los colaboradores, ya sea por interrupciones a causa de fallos eléctricos, equipos ralentizados o fallos en las unidades de almacenamiento.
- Mayor seguridad de la información, sin riesgo de pérdida ya que los archivos trabajados se actualizan en tiempo real y se automatizan copias de seguridad, por lo que aunque algún intruso logre acceder a los datos (lo que solo es posible si cuenta con usuario, contraseña y permisos de acceso a la información confidencial) no podrá borrar los datos almacenados.
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