Actualmente existe mucho material de valor que se encuentra conservado en libros, ya sea información histórica en las bibliotecas o contenido específico para fundaciones y organizaciones. Al estar dicha información almacenada en este tipo de formato se limita el consumo de este contenido ya que sólo puede ser revisado por una persona a la vez, e incluso en ocasiones esto no es posible debido al deterioro en el que se encuentra el libro, por lo que prácticamente se convierte en información sin usar.
Cuando esto ocurre se pierde el acceso a contenido de valor histórico, a investigaciones relevantes o a información que podría ayudar a las empresas. Para evitar que esto suceda existe una solución sencilla y eficaz que regresará todo ese contenido a manos del público, se trata de la digitalización de libros.
Este proceso consiste en convertir los libros de formato físico a un formato digital para que puedan ser consultados a través de cualquier dispositivo en el momento que se requiera sin que el documento original se dañe.
La digitalización se convierte en el medio ideal para preservar y facilitar el acceso a los documentos únicos, como es el caso de los libros. Una de las maneras más eficaces de llevar a cabo este proceso es a través del uso de algún escáner que permita la creación de libros digitales.
A pesar de los beneficios que se han mencionado sobre la digitalización de libros, aún existen ciertas reservas para realizar el proceso. Esto se debe principalmente a que algunos servicios requieren que el libro sea destruido para poder realizar el escaneo.
Comprometer la integridad del libro sin duda será uno de los principales motivos por los que no se querrá realizar la digitalización. Sin embargo, es importante mencionar que muchos de los servicios que no ofrecen alternativas para mantener las condiciones originales de los libros suelen no ser profesionales ni contar con el equipo técnico adecuado para la realización del trabajo.
Actualmente ya existen tecnologías que preservarán los libros en las condiciones en las que se encuentre, además de que garantizarán la calidad de la imagen que se digitaliza. De esta manera no habrá más preocupaciones por conservar el libro físico.